Para nadie es un secreto que el movimiento evang茅lico en los Estados Unidos y la Convenci贸n Bautista del Sur se encuentran en un periodo cr铆tico tanto de credibilidad y crecimiento como de liderazgo. En estos momentos el cristianismo est谩 creciendo como nunca antes alrededor del mundo, principalmente en lo que se conoce como el Sur Global: 脕frica, Latinoam茅rica y los pa铆ses en v铆as de desarrollo de Asia. Pero en los pa铆ses occidentales, primordialmente los ricos, el cristianismo ha estado pasado por una desaceleraci贸n significativa. Esta situaci贸n se ha visto reflejada tambi茅n en los Estados Unidos, pero el contexto pol铆tico y social de los 煤ltimos meses ha hecho que el evangelicalismo en general y los bautistas del sur en particular se encuentren forzosamente en un momento determinante que los obliga a definir su identidad, prioridades y verdadera lealtad al Cristo que profesan servir como su Se帽or y Salvador.

La membres铆a de la convenci贸n y el n煤mero de bautismos han venido disminuyendo consistentemente cada a帽o. El secretario ejecutivo de la convenci贸n renunci贸 hace algunas semanas debido a una relaci贸n inapropiada. El presidente de un seminario bautista ha estado involucrado en un escando medi谩tico debido a unos comentarios inapropiados y degradantes acerca de unas mujeres. Muchos pastores y l铆deres evang茅licos, entre ellos el pastor de una de las iglesias bautistas m谩s influyentes, han declarado abiertamente que la moralidad de un l铆der es secundaria a las propuestas pol铆ticas que representa. Estos mismos l铆deres hace algunos a帽os enfatizaban lo esencial que era la moral e integridad para un l铆der, pero ahora han modificado su opini贸n porque as铆 conviene a sus intereses y preferencias pol铆ticas. Estas y muchas otras circunstancias han hecho que los no cristianos critiquen con justa raz贸n la inconsistencia de un mensaje que se predica y de otro que se vive por parte de muchos que se identifican como seguidores de Cristo.

En medio de esta realidad, tambi茅n se han levando muchas voces que claman por un tan necesario avivamiento que restaure los corazones de aquellos que se han desviado de Cristo y de su misi贸n. La reuni贸n anual de la Convenci贸n Bautista del Sur tendr谩 lugar en pocas semanas y muchos l铆deres est谩n haciendo un llamado a la oraci贸n con la esperanza de un despertar que restaure y redirija a los creyentes e iglesias de la convenci贸n. Me uno a este llamado y tambi茅n espero con ansias que el Esp铆ritu Santo nos transforme poderosamente a todos para que seamos buenos embajadores de Cristo, m谩s personas conozcan el mensaje de amor de Jes煤s y para que nombre de Cristo sea exaltado sobre todo.

Sin embargo, me preocupa que el llamado a la oraci贸n y a la expectativa de avivamiento se hagan sin el reconocimiento y arrepentimiento por el pecado. Dios env铆a avivamiento y renovaci贸n solamente en aquellos cuyo coraz贸n se quebranta por el pecado y por un deseo genuino de sometimiento a Cristo como el 煤nico Se帽or soberano de nuestras vidas. Las 鈥渙raciones鈥 sin arrepentimiento son solamente buenos deseos, pero no llevan a un verdadero despertar espiritual. Todos los avivamientos a lo largo de la historia empiezan con contrici贸n por el pecado y el reconocimiento de la gran necesidad de la gracia divina.

Nuestros buenos deseos no son suficientes. Necesitamos decir junto con el salmista 鈥淎bre, Se帽or, mis labios, y mi boca proclamar谩 tu alabanza. T煤 no te deleitas en los sacrificios ni te complacen los holocaustos; de lo contrario, te los ofrecer铆a. El sacrificio que te agrada es un esp铆ritu quebrantado; t煤, oh Dios, no desprecias al coraz贸n quebrantado y arrepentido鈥 (Salmo 51:15-17). Estas palabras las pronunci贸 el rey David en su oraci贸n de arrepentimiento despu茅s de haber cometido dos hechos atroces con consecuencias terribles. De hecho, David cometi贸 muchos pecados escandalosos y sufri贸 las consecuencias de sus actos, pero a煤n as铆 la Biblia lo presenta como un 鈥渉ombre conforme al coraz贸n de Dios鈥 (Hechos 13:22). A pesar de sus acciones, David reconoc铆a sus pecados, se arrepent铆a y buscaba honesta y desinteresadamente restaurar su relaci贸n con Dios. Dios se complace y extiende su misericordia en aquellos que confiesan y se apartan de sus pecados (Prov. 28:13).

Cristo es el Se帽or. 脡l reina supremo sobre todas las naciones, todos los l铆deres, movimientos y denominaciones. Los seguidores de Cristo representamos al Rey de Reyes y Se帽or de Se帽ores y no solamente a una denominaci贸n o convenci贸n. Necesitamos la restauraci贸n divina y un avivamiento espiritual en el que el nombre de Cristo sea exaltado. Pero este avivamiento no se dar谩 solamente por nuestros buenos deseos sino por la gracia divina que se extiende en aquellos que reconocen su inmensa pobreza y necesidad de Dios. Oremos para que el Se帽or derrumbe el orgullo, el racismo, la misoginia, el abuso de poder, los chismes, la indiferencia, las calumnias, la envidia, las mentiras entre nosotros y cualquier otro pecado que impida que la luz de Cristo ilumine los corazones de todos los que necesitamos vivir de acuerdo al Esp铆ritu para que su fruto fluya en nuestras vidas y sea evidente a todos. Oremos por un verdadero avivamiento.

NOTE: Octavio Esqueda is among the featured columnists at Baptist Press en Espa帽ol, and this article was also published in Baptist Press.