Los cristianos son seguidores de Jesucristo. La palabra que se usaba en los tiempos de Jes煤s para designar a sus seguidores es disc铆pulos. Por lo tanto, ser un cristiano es ser un disc铆pulo de Cristo (Hechos 11:26).

En Lucas 14:25-35, y en otros pasajes m谩s, Jes煤s establece los requisitos para los que quieran ser sus disc铆pulos. Grandes multitudes le segu铆an asombradas de su mensaje y autoridad. Sin embargo, Jes煤s no estaba complacido solamente con que mucha gente le siguiera sino que 茅l deseaba que aquellos que tomaran la decisi贸n de hacerlo, lo hicieran de acuerdo a unas normas espec铆ficas. As铆 que, Jes煤s se detuvo y deline贸 en esta ocasi贸n cuatro caracter铆sticas indispensables para sus seguidores. Para ser un buen cristiano o disc铆pulo de Cristo es necesario cumplir con las condiciones que Jesucristo indica.

Jes煤s afirm贸 que si alguien desea ser su disc铆pulo es imperioso que lo ame m谩s que a cualquier ser querido y m谩s que a su propia vida (v. 26). Nuestro amor por Cristo debe ser tan grande que pareciera que odiamos a los que m谩s amamos. No puede existir comparaci贸n entre nuestro amor a Jesucristo y nuestro amor por nuestros seres queridos o a nosotros mismos.

Estar dispuestos a sacrificar todo por servir a Cristo es el segundo requisito que Jes煤s les pide a sus disc铆pulos (v. 27). La expresi贸n que Jes煤s us贸 para establecer este tipo de compromiso total es 鈥渢omar la cruz鈥. La cruz era el instrumento usado en ese tiempo para castigar con la pena capital a los criminales. Jes煤s tambi茅n espera que sus disc铆pulos lo sigan incondicionalmente (v. 27). 鈥淚r en pos de Cristo鈥 significa un llamado a la obediencia total, a comportarse de la misma manera que Jes煤s lo hizo (1Juan 2:6).

Estos requisitos que Jesucristo establece para sus posibles seguidores son bastante altos. As铆 que, Jes煤s en los siguientes vers铆culos se detiene y hace un llamado a considerar el costo antes de tomar la decisi贸n de ser su disc铆pulo. Es importante notar que nosotros somos los que debemos decidir si deseamos seguir a Jes煤s en sus t茅rminos ya que 茅l no est谩 dispuesto a reducirlos.

La cuarta caracter铆stica que debe cumplir cualquiera que desee seguir a Cristo es asombrosa: 鈥淎s铆, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi disc铆pulo鈥 (v. 33). Jesucristo no s贸lo demanda la vida de sus seguidores sino tambi茅n el derecho a usar todas sus posesiones.

Es en esta cuarta caracter铆stica del discipulado en la que muchos cristianos batallan e interpretan incorrectamente. El estar dispuestos a dar nuestra vida para seguir a Jes煤s es un precio alt铆simo, pero la realidad es que muchos de nosotros no enfrentaremos esta situaci贸n. Por lo tanto, podemos afirmar que lo amamos completamente y que estamos dispuestos a sacrificarnos por 脡l con cierta facilidad. Pero cuando Jes煤s nos habla de posesiones materiales es entonces cuando nuestro compromiso por 脡l se vuelve m谩s concreto.

Muchos cristianos siguen afirmando que Jes煤s demanda el 鈥渄iezmo鈥 de sus seguidores. Ofrendar al Se帽or el diez por ciento de nuestro dinero puede ser un buen par谩metro pero no es la norma para los cristianos. En la ley del Antiguo Testamento se le ped铆a el diezmo al pueblo de Dios. Abraham ofrend贸 el diez por ciento antes de que Dios estableciera la ley. As铆 que, muchos l铆deres enfatizan que debemos diezmar de nuestro ingreso para la obra de Dios. Sin embargo, Jes煤s es claro al afirmar que para poder ser sus disc铆pulos necesitamos ceder el 100 por ciento de nuestro dinero y posesiones.

Independientemente de cu谩nto dinero ofrendemos, Cristo es el due帽o de todo. Si doy el diez por ciento para la obra de Dios, el noventa por ciento que mantengo no es para m铆 sino que tambi茅n le pertenece a Dios. Por lo tanto, los seguidores de Cristo somos 鈥渕ayordomos鈥 de todo lo que le pertenece a Jesucristo, nuestra vida, nuestro dinero y nuestras posesiones.

Jes煤s no les pide el diezmo a los que desean ser sus disc铆pulos. Jes煤s les pide el 100 por ciento. Algunos pastores temen que si dejan de enfatizar el diezmo entonces la gente usar谩 esto como excusa para dar menos. Obviamente este temor no est谩 fundamentado en lo que Cristo les pide a sus disc铆pulos. La mayordom铆a cristiana va m谩s all谩 de la ofrenda ya que abarca absolutamente todo lo que somos y tenemos.

Los seguidores de Cristo deben apoyar a su iglesia local y proveer generosamente para sus l铆deres (1 Tim. 5:18). Estas ofrendas forman parte de nuestro caminar en la vida cristiana. Pero debemos siempre recordar que un verdadero disc铆pulo de Jes煤s es aquel que le entrega todo. Lo que uno da y lo que uno se guarda le pertenece a Cristo. 驴Qu茅 tan buen mayordomo del Se帽or Jesucristo es usted?